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Desde que en 2018 los propietarios de las redes sociales decidieron que había que pagar para alcanzar a nuestros propios seguidores (lo que en su momento llamamos “social media involution”), todos buscamos descifrar este enigma: ¿cómo hacer viral un vídeo?
¿Qué tipo de contenido consigue que la gente te busque en lugar de bloquearte, que te comparta en lugar de ignorarte, incluso se suscriba a tu fuente en lugar de salir pitando?
El término «viral» se convirtió de pronto en sinónimo de vídeo exitoso cuando «Amo a Laura» de MTV obtuvo millones de reproducciones de vídeo en cuestión de días… en un momento en que ni siquiera existían las plataformas de vídeo.
¿Cómo conseguir un «Amo a Laura» para las marcas con las que trabajamos?
El Vídeo Marketing Playbook, de Hubspot contiene varias pistas muy interesantes. Y alguna de ellas no es para nada lo que esperaríamos. Te cuento…
Pista 1: para conquistar a una audiencia REAL, muestra gente REAL
El estudio nos dice que los vídeos que contienen metraje del mundo real son los que más alcance orgánico han reportado al 49% de los encuestados.
No debería sorprendernos: lo que las audiencias quieren leer, escuchar y ver son siempre historias de personas. No historias de producto. Porque las historias de personas como nosotros nos hacen conectar, sentirnos identificados, en definitiva, realizar una inmersión más profunda.
De hecho, la mayor parte de los éxitos en la televisión lineal durante los últimos 30 años, son realities y talent shows. Y sin embargo el contenido digital de las marcas se aventura poquísimo en este terreno. Parece más seguro producir el enésimo podcast aunque a nadie le interese lo que dicen “tus expertos”, porque ya se ha dicho lo mismo doscientas veces en otros tantos podcasts.
Conclusión: lleva a tus contenidos de vídeo menos expertos pontificando y más personas que reflejen el universo propio de tu marca.
Un ejemplo (brillante) que consiste en dar voz a consumidores o empleados anónimos: Patagonia
Pista 2: si breve y vertical, dos veces bueno
El estudio de Hubspot recoge una contundente afirmación: “cambiar de una estrategia de vídeo horizontal a formatos verticales puede incrementar las views un 507% y el tiempo de visionado un 319%”.
Tampoco debería sorprendernos. Las redes sociales no son nuestras (de las personas o las marcas que creamos canales para publicar nuestro contenido en ellas). Pertenecen al señor Zuckerberg y sus competidores. Y son ellos quienes definen las reglas, esto es, los algoritmos que hacen que un contenido triunfe y otro pase desapercibido.
Conclusión: si los reels verticales lo están rompiendo, ¿por qué nos resistimos a planificar nuestro vídeo y rodarlo en vertical?
Un ejemplo: Fanta invierte considerables recursos para conseguir que Xuso Jones haga esto, pero eso no implica que para visibilizarlo tenga que montar un making off de 10 minutos…
https://www.instagram.com/p/C3FumQhMcDV/?hl=es
Pista 3: si buscas alcance orgánico, Instagram PUEDE NO SER el lugar
El estudio nos dice que (sí, inesperadamente) el 27% de los vídeos que alcanzan viralidad, lo hacen en YouTube, seguido por Tiktok (24%). Instagram se sitúa en un 18%.
Conclusión: desdeñar YouTube cuando es la plataforma de vídeo con más penetración del mundo, simplemente porque Instagram parece más “cool”, te va perjudicar sin duda. Y más desde el éxito del formato YouTube Shorts, que supera ya los 2.000 millones de usuarios.
Un ejemplo: si hay una marca deportiva que está haciendo un trabajo excelente en YouTube shorts, es Lululemon:
Desaprendiendo al menos de tres formas:
- Es más fácil conseguir viralidad dando protagonismo a personas reales que metiendo en tu plató a los expertos más expertos del mundo mundial.
- En lugar de desgastarte produciendo vídeos largos y sesudos, adáptate a lo que los dueños del chiringuito (YouTube, TikTok, Instagram…) demandan: vertical y corto.
- No te dejes deslumbrar por Instagram. YouTube y Tiktok pueden generarte más conversación.
