El sábado entré a tomar un café en un Dunkin Coffee. Bueno, más bien mi hija la mayor me arrastró dentro en busca de un donut.
En el mostrador a la hora de pagar me encontré esta promo.
Pienso que a Dunkin le pasa lo mismo que a Subway, Domino´s y otras enseñas americanas que no han conseguido reproducir en España la ubicuidad que tienen en Estados Unidos. Son marcas iconográficamente potentes pero algo frías y distantes, como hechas de plástico.
Me parece un intento muy inteligente de integrarse en nuestra cultura. Ignoro si hay más campaña detrás o si es un esfuerzo aislado: si alguien lo sabe me encantaría conocerlo.
Esta promo me lleva a otra reflexión más general sobre las marcas hoy día. Cuánto agradecemos los consumidores que las marcas se parezcan más a nosotros, las personas. Que se bajen de su pedestal, apaguen sus soporíferos discursos comerciales y muestren sus imperfecciones, su ironía, y sus opiniones sobre la actualidad. Al final las marcas viven de y en este mismo ecosistema económico y en una sociedad 2.0, o se relacionan o se mueren.