Mis mejores deseos, en la esperanza de que la Navidad se acabe pronto.

Personalmente opino que desear feliz Navidad es una horterada.  Parece que es sólo podemos ser felices en estos días de vorágine consumista.  A mí me ocurre lo contrario: francamente todo va demasiado deprisa, hay demasiado ruido y distracciones, nos gastamos demasiado dinero en tonterías y pensamos más en el acto mecánico de comprar que en ofrecer un valor real a los que nos rodean.  Aquí un interesante artículo que leí hace poco sobre cómo hacerse regalos de Navidad desde una conciencia un poco más ecológica y equilibrada. 

Xmas_sucks_tremedously_sticker-p217042050761385516qjcl_400 Sin embargo, la Navidad es una oportunidad como otra cualquiera para distanciarnos de la monotonía unos días y ser un poco más conscientes de lo que hacemos.  De qué es verdaderamente importante y qué no lo es.

Estoy leyendo un libro interesante: Reinventarse, del Dr Mario Alonso Puig.  Un médico que utiliza sus conocimientos en neuromedicina no para dormir a sus lectores sino para extraer consejos prácticos sobre cómo somos y lo que podemos llegar a ser.  En uno de los capítulos finales habla del"ser" que es lo que nos puede conducir al "hacer" y al "tener".  No al revés.

Como estoy de acuerdo con él, no te voy a dedicar éxito profesional en el 2011 sino simplemente, que tengas la ocasión de desarrollar todo tu potencial.  Porque seguro que si haces eso, tendrás éxito.  Al revés: no te obsesiones con el éxito, sé fiel a tus principios y llegará. 

En los próximos días entregaré el manuscrito de mi segundo libro y cambiaré el enfoque de este blog.  Hace tiempo que eso de "reflexiones irreverentes" me parece una pedantería, así que he decidido moverme y tirar de uno de los hilos de discusión más populares en el blog durante este año: los contenidos de marca.  Por ahí irán los tiros en el futuro.  En breve os contaré más sobre ello.

Saludos irreverentes, confiando en que la Navidad acabe pronto…