Hace algunos años asistí en Madrid a una ponencia de Jack Trout (uno de los autores del best seller Posicionamiento).
Personalmente creo que Trout lleva desde 1980 contando la misma idea de muchas formas diferentes (lo importante es ser el primero en llegar – si usted no es el primero, procure crear una nueva categoría donde sí sea reconocido como el primero…).
Pero aquel día me impactó una afirmación mucho más interesante que su discurso habitual: "no hay nada peor para un mal producto que un buen marketing, porque le ayuda a morir con mayor rapidez".
Pensando en esta frase, descubro 3 ideas en 1, y estoy de acuerdo con dos de las tres:
– Los productos mueren, igual que las personas, es inútil resistirse – es inútil invertir cientos de miles de euros en publicidad para alargar la vida de un producto agonizante
– No hay nada más importante que el producto que queremos vender – lo demás es retórica. Y en estos tiempos en que los consumidores están mejor informados, son más críticos y proactivos, la retórica es un lastre.
– No estoy de acuerdo en que puedan coincidir un mal producto y un buen marketing: si el producto es malo es que su marketing también lo es (el marketing no va de publicitar sino de construir marcas y productos rentables). Pero bueno, quizá esto no estaba tan claro en 1980.
No es que me me dejase una huella imborrable, sino que hoy revisando papeles encontré unas notas. Un saludo a todos.