5 medidas para terminar tu jornada de trabajo 2 horas antes.

Esta es mi promesa:  si eres capaz de cambiar la forma como interactúas con los demás en el trabajo diario, podrías llegar a ahorrar hasta 2 horas diarias de tiempo.

No os vendo la moto.  Yo mismo lo he aplicado y conseguido.

 

 

¿De verdad tienes tantas cosas que hacer?

Comparto con vosotros lo que hago en el día a día:

  • Lo que más tiempo me quita: mi empresa Pop Up.   Aunque tenemos un equipo de gente potente y autosuficiente, todavía requiere mucha atención todos los días.
  • Soy Director General de la Asociación Española de Branded Content.  Esto es, me encargo de la coordinación de planes y actividades.  Da trabajo.
  • Además dirijo el Area de Moda y Lujo en Madrid School of Marketing.
  • Suelo impartir formación en otras escuelas de negocio ICADE, ESDEN, ADigital, INESDI, THE VALLEY.
  • Casi todas las semanas recibo peticiones de charlas o talleres de formación sobre Branded Content, de eventos, empresas privadas y Universidades españolas e iberoamericanas.
  • Estoy escribiendo mi cuarto libro.
  • (Intento, con mayor o menor éxito) escribir al menos una vez a la semana en este blog.
  • Procuro pasar todo el tiempo que puedo con Alejandra y Carmen, que todavía son pequeñas y nunca volverán a serlo.  En esto debo mejorar.

 

Y no soy la persona más organizada del mundo…

  • No consigo vaciar mi buzón de entrada de email ni un solo día.
  • No miro el buzón del portal más de una vez cada quince días.
  • No reservo mis vacaciones hasta que quedan 15 días.
  • No reviso mi cuenta bancaria jamás salvo que tenga que hacer una transferencia.
  • Siempre tengo 3 ó 4 libros a medio leer en mi mesita de noche.
  • No tengo un archivo organizado de documentación, sino cajas, carpetas y subcarpetas por proyectos donde todo entra más o menos al tuntún.
  • Jamás recuerdo los cumpleaños.
  • Y podría seguir…

Sin embargo creo que consigo sacar una considerable cantidad de trabajo gracias a 5 prácticas que os explico a continuación y que no tienen nada que ver conmigo sino con los demás.

Es decir, que TÚ seas más eficaz depende en parte de lo que seas capaz de conseguir en tu relación diaria con los DEMÁS.

Afortunadamente, juega a mi favor que tengo una tolerancia muy escasa a que los demás decidan por mí cuál es el mejor uso de mi tiempo.

Aquí van las 5 prácticas.

no bullshit

 

 

1. Aprende a decir NO

No hay nada más dañino para tu agenda y para tu imagen ante los demás que cargarte de responsabilidades que no puedas cumplir.  Si sabes que no vas a poder hacer algo o que ese algo cae fuera de tus cometidos o tus capacidades, dí NO.

Es lo mejor para ti y para los demás: hay una diferencia crucial entre gestionar y simplemente coleccionar listas de tareas pendientes.

Intenta quitar una micro-tarea diaria que no tengas por qué hacer tú y tal vez ganes 10 minutos de tiempo.

 

2. Aprende a decir «AL GRANO»

Los humanos (y más los humanos que viven en España), tendemos a andarnos por las ramas y decorar nuestro discurso de forma exasperante.

Bien sea para vender una moto, bien sea para justificar un error: los preámbulos excesivos solo harán que llegues a casa más tarde por la noche.

Conozco gente que a una media de 20 llamadas telefónicas diarias multiplicado por unos 5 minutos de cháchara irrelevante en cada una, pierde diariamente 100 minutos de su tiempo.  Naturalmente, luego se quejan de que no tienen tiempo y no llegan a nada.

Si el que se enrolla es el otro, corta por lo sano.   Si tú eres borde, él es un pesado.  ¿Qué es peor?  No tengas miedo a cortar.

Prueba a eliminar los rodeos innecesarios: 5 minutos por diez conversaciones diarias = 100 minutos.

 

3. Abandona o finaliza una reunión cuando hayas alcanzado el objetivo para el que la convocaste. (¡Y no te desvíes ni un minuto de ese objetivo!)

Para ello, jamás comiences una reunión  sin unos objetivos claros de lo que necesitas y cuánto tiempo máximo es razonable dedicarle.  Cuándo hayas logrado lo que querías, discúlpate, levántate y vete. 

Así mostrarás a los demás que no te interesa alargar innecesariamente las conversaciones.  Y quizá la próxima reunión dure menos.

Zanjar una reunión en el momento oportuno te puede otorgar otros 10/20 minutos de tiempo extra cada día.

 

4. Aprende a delegar

Delegar no es lo mismo que pasar marrones a otro:  requiere atención y trabajo.

Como saber delegar es una tarea adicional, mucha gente no lo hace: ¿para que enseñarle a otro lo que voy a hacer yo más deprisa?   Tengo una buena respuesta para eso: para que ese otro termine haciéndolo mucho mejor que tú y tu empresa/departamento no dependa solo de ti.  Lo cual es siempre el peor escenario posible.

Obviamente, para delegar debes soltar tú las riendas e inculcar al otro la idea de que el poder de decisión es suyo, pero la responsabilidad también.  El que decide, tiene derecho a equivocarse… siempre que no se equivoque el 100% de las veces.

El volumen de tiempo que puedes llegar a ganar delegando bien es tan grande que ni siquiera me atrevo a cuantificarlo.

 

5. Cuando te hagan esperar más de 10 minutos, vete.

¿No parece que el mundo está poblado por dos tipos de personas?:  los que esperan y los que hacen esperar.

En ningún sitio está escrito que pirarse después de esperar a alguien media hora será una descortesía.  Una descortesía es hacerte esperar media hora.

Prueba a pirarte cuando te haga esperar un cliente, yo lo he hecho y lejos de perder al cliente, he conseguido que la siguiente vez me tratase con más respeto.

 

 

¿Eres más de atacar, pasar de todo o simplemente decir con franqueza lo que piensas?

En el fondo estas 5 prácticas están relacionadas con saber adoptar el enfoque correcto entre las 3 posturas arquetípicas de las que nos habla la psicología conductual:

  • El agresivo:  un desgaste permanente.   Para el que agrede y para el que es agredido. Lo digo por experiencia.
  • El inhibido: confundir ser majete con ser eficaz es una trampa bestial en la que cae muchísimas personas con las que he trabajado.  Eluden el conflicto para sumirse en un mar de naderías que les arrastra a ellos y a los demás.
  • El asertivo:  por qué no decir abiertamente lo que sientes y lo que necesitas sin ofender a nadie pero sin andarte con paños calientes.  Esta es la ruta que te recomiendo, y por la que intento discurrir todos los días.

Sin lograrlo siempre…

Ya lo tienes.

No tengas ninguna duda que si pones en práctica todo lo anterior (pero de verdad), puedes terminar ahorrando más de 2 horas diarias de trabajo.

Por cierto, yo no utilizaría esas dos horas para trabajar más sino para estar con los tuyos o para hacer otras actividades que a la larga incidirán positivamente sobre tu creatividad (lee, juega, visita, curiosea…).

Saludos a todos.