WIKILEAKS: sobre la teoría de la conspiración…y las chorradas de la diplomacia.

Wikileaks

Cuando los habitantes de Occidente éramos simplemente audiencia (cuando internet no existía y la versión de la actualidad internacional que conocíamos era la que los medios decidían hacernos llegar), las teorías de la conspiración estaban a la orden del día. 

Casos como la llegada del hombre a la luna, el intento de asesinato de Juan Pablo II a manos de Alí Agca, la avalancha de avistaciones OVNI en los setenta, dieron paso a otras tantas teorías truculentas sobre confabulaciones de estados, instituciones y civilizaciones alienígenas.  Concebidas y avivadas por los medios.  Un todopoderoso poder central dirigía nuestra voluntad hasta el más mínimo detalle… como el Gran Hermano de George Orwell: "quien controla el pasado controla el presente".

Hoy las cosas han cambiado.  Hace unos días nos enterábamos de las revelaciones de Wikileaks, divulgadas por varios medios de primer orden como El País, el New York Times o el británico Guardian.

Hoy cualquier empresario que dirija un proyecto como Wikileaks puede convertirse en el nuevo Gran Hermano.  Teniendo en cuenta, eso sí, que los secretos desvelados ya no son grandes confabulaciones planetarias sino chorradas como:

  • la afición de Gadafi a las guardias pretorianas femeninas o al flamenco,
  • la avidez de los piratas informáticos en España (o sea, el 60% de hogares que tienen conexión a internet en nuestro país), no sé si enviarán a los Marines a por nosotros,
  • la salud mental de Cristina Kirchner (¿de verdad hace falta movilizar a una embajada para atar hilos sobre su comportamiento?),
  • la ambición de Esperanza Aguirre (qué perspicaz, el embajador de Estados Unidos),
  • el ataque del gobierno Chino a Google (¿alguien pensaba de verdad que el breakdown se debió a un problema técnico?).

Cuando Internet nos permite llegar al fondo de las gestiones del espionaje y la diplomacia, descubrimos que el estado americano alimenta su inteligencia sobre los países del mundo a base de informes subjetivos, superficiales y puerlies.

Sin embargo, todas estas tonterías son tonterías confidenciales y el fundador de wikileaks Julian Assange se acaba de entregar a la justicia en Londres.  La Interpol llevaba una semana buscándole.  Yo que pensaba que se había escondido con Bin Laden en una cueva de Afganistán…

La realidad es mucho más prosaica que la ficción.

Saludos irreverentes.