A menudo me preguntan cuando hablo sobre contenido en mis clases, cómo puedo conseguir que de una simple historia, unos consejos, un juego o un vídeo divertido se derive la preferencia del target y, a la larga, su compra y su fidelidad.
Qué clase de magia puede convertir a un no creyente por el mero hecho de escuchar "mis parábolas".
La pregunta se puede responder de una manera muy nemotécnica: además de la C de contenido (orientado, te recuerdo a ofrecer entretenimiento y diversión, no a vender), debes trabajar en estas otras dos C´s:
- Conexión: que es más que comunicación. Conectar conlleva implicación por ambas partes (el emisor, que es la marca y el receptor, que es tu core target, ese grupo de clientes que has seleccionado y que tienes la certeza de que pueden constituir tu grupo de fieles) mientras que comunicar puede ser chutar anuncios sin parar como llevamos haciendo 100 años. Si vendes servicios de consultoría, no dejes de contestar a las preguntas de los lectores de tu blog. Si diriges una marca de gran consumo, córtale las manos a tu community manager la primera vez que tarde más de 24 horas en contestar a una pregunta en tu facebook. Si tocas en un grupo de música, cuida a tus fans, ábreles la fuerza y enséñales como creas tu música, cómo ensayas. Lejos de romper tu halo de artista, eso hará que se acerquen a ti muchísimo más.
- Conversión: si ya te han dado permiso para que les hables, registrándose en tu newsletter o tu fuente RSS porque tu contenido es suficientemente bueno para que te dediquen una parte de su valioso tiempo, enhorabuena. Ya has hecho lo más difícil. Ahora toca la conversión, que es una mezcla de sutileza y personalización: sé prudente para no parecer que sólo quieres a tu clientes por su dinero aunque sea verdad 😉 Sirve primero, rentabiliza después y, sobre todo, no le vendas un peine a un calvo. Si tienes un pequeño restaurante, puedes ofrecer tus recetas on line a clientes y no clientes. Intenta calibrar en qué punto están de la relación contigo: en este punto la tecnología nos ayuda, no tienes por qué implantar un macro sistema CRM (puede ser tan sencillo como utilizar a tal fin el formulario de registro de tu web). Luego gratifica a los no clientes con una promoción de prueba (ej. algún plato o bebidas sin cargo, un 4×3) y a los clientes con una comida gratis cada equis veces que se pasen por tu local. Si tienes una agencia de publicidad y algunos responsables de marketing que visitan tu blog, invitáles a un evento en el que hable un speaker reputado en un tema que les interese. Así te acercarás todavía más y tendrás la oportunidad de darles una tarjeta tuya e incluso concertar una cita con ellos.
Si produces buen contenido, conectas con tus clientes potenciales y dedicas toda tu paciencia y cariño a convertirlos, lo más probable es que poco a poco vayan llegando a ti. Si tu producto o servicio es excelente, ellos harán el resto. Porque vendrán a por más, acompañados de más clientes.
La mala noticia es que trabajar así resulta mucho más laborioso que comprar una página a color en un periódico o poner unas cuñas en la radio. Pero también es más eficaz.
¿Hacemos la prueba?
Saludos a todos.