¿Qué hacer con mi vida profesional? Las 3 preguntas clave

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Qué hacer con tu vida profesional: reflexiones post-pandemia

Últimamente lo hablo mucho con amigos y compañeros de trabajo: estos últimos dos años anómalos y difíciles nos han hecho mirar hacia nosotros mismos y comenzar a reflexionar aspectos de nuestra vida que antes jamás no solíamos cuestionar:

  • La importancia que tiene LO QUE TENEMOS: nos hemos dado cuenta de que todo es bastante más inestable de lo que parece. Y que lo material puede desaparecer sin previo aviso.
  • La importancia que tiene LO QUE HACEMOS: invertimos 1.760 horas al año y unas 85.000 en total durante nuestra vida laboral en trabajar. Cerca de la mitad de nuestro tiempo despiertos en este mundo.  Demasiado como para dilapidarlo en un trabajo que no nos hace felices.
  • La importancia que tiene LO QUE SOMOS. Encontrar un equilibrio entre llegar a fin de mes y realizarnos como profesionales y como personas.

La pandemia ha marcado un punto de inflexión en las vidas de muchas personas por un motivo muy sencillo:

Nadie se replantea su modo de enfocar la vida cuando las cosas van bien.  Sino cuando el suelo parece tambalearse.

Es el mismo proceso por el que yo pasé cuando en 2008 quebró estrepitosamente mi primera empresa.  Lo cuento en mi libro “Tiempo de Reconstruirte” (Plataforma, 2021).  En ese momento de zozobra, comencé a cuestionarme si había tomado el rumbo equivocado.

Y me di cuenta de que había desconectado por completo de mis pasiones y capacidades, centrándome solo en el dinero.  Igual que Brad Pitt acusa a Edward Norton en esta escena procedente del blockbuster “El club de la lucha”: “lo que posees acabará poseyéndote”.

Si desde hace meses percibes que los últimos capítulos de tu vida han sido una carrera estéril en busca de esa seguridad material que, lejos de llegar, se ha visto amenazada por la última crisis, tal vez te estés preguntando:

  1. ¿Qué es lo que falla? ¿Por qué tu ocupación ya no te satisface?
  2. ¿Qué puedes hacer para cambiar de rumbo y así afrontar una vida profesional más satisfactoria?
  3. ¿Cómo inspirarte sobre qué hacer con mi vida profesional?

Déjame que te cuente cómo contesté a estas tres preguntas cuando me vi inmerso en la peor crisis de mi vida.

1. ¿Qué es lo que falla en mi vida profesional?

Puede que seas de esas personas que consideran el trabajo como un mero requisito para financiar ese otro 50% de tu vida despierto.  Es muy respetable.

No obstante, te recuerdo que si dejas que lo que posees te posea, que ganar dinero sea tu único motor, en el momento en que tus logros en ese ámbito se desvíen mínimamente de tus expectativas, te quedarás sin motivación para continuar trabajando. 

Hasta que te invade lo que los psicólogos llaman “burnout laboral”, como explica este gráfico:

síndrome de burnout

La pandemia no ha hecho más que recordarnos que no existe un trabajo 100% seguro, ni unos ingresos 100% confiables, ni una empresa 100% estable.

Bendita crisis, como dijo Albert Einstein, porque la crisis nos hace recordar que podemos (y debemos) evolucionar, y no refugiarnos en una falsa sensación de seguridad apalancada en lo material.

Eso es lo que falla: que a menudo buscamos la motivación donde no podemos encontrarla.

Esta crisis parece amainar, pero vendrán otras. Y mientras llegan, ¿cómo podemos anticiparnos a ellas, en un contexto cada vez más inestable?   Respondiendo con sinceridad a la segunda pregunta.

2. ¿Qué puedes hacer para cambiar de rumbo y así afrontar una vida profesional más satisfactoria?

Hay una reflexión muy sencilla que podemos realzar cuando sentimos que hemos perdido el rumbo.  Sencilla, pero inhabitual.   Yo mismo di muchos tumbos antes de encontrar la lucidez necesaria para llevarla a cabo.

Lo que te recomiendo hacer (siempre basado en mi experiencia): enfocar tu vida profesional NO EN BASE A LO QUE MÁS INGRESOS o más estabilidad crees que puede aportarte (porque eso es impredecible como las crisis no dejan de demostrarnos) sino EN BASE A AQUELLO QUE TE VA A PERMITIR REALIZARTE como profesional.

Solo si en tu vida profesional eres capaz de encontrar cierto grado de satisfacción, ésta se convertirá en un salvavidas que te mantendrá a flote de vaivenes, de despidos y de crisis.  Serás más adaptable y más resistente a cualquier envite.

3. ¿Cómo inspirarme sobre qué hacer con tu vida profesional?

La pregunta del millón de dólares es sin duda esta última.

Toda esta reflexión está muy bien pero, ¿dónde voy a encontrar inspiración para identificar con claridad lo que me va a permitir realizarme?

El iceberg de las tres dimensiones de nuestra vida que mencionamos antes: SER, HACER y TENER tal vez te inspire.  A menudo nos magnetizan las personas que han acaparado dinero, poder o fama. Admiramos su estatus pero olvidamos cómo han llegado a alcanzarlo.  Porque para llegar hasta ahí han debido trabajar con tesón y en privado su HACER (sus capacidades) y sobre todo su SER (sus condiciones y talentos más innatos).

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Es en esta última esfera (SER) donde debes centrar tu búsqueda.

En mi caso, esa conexión con mis talentos se centra claramente en escribir y divulgar.  Es vocacional y he tenido la suerte de saberlo desde niño, aunque lastrado por la vorágine de mi carrera como publicista, lo he olvidado durante muchas fases de mi vida.

Si nunca has sido capaz de identificarlo con tanta claridad como yo, te doy dos pistas.

La primera es identificar lo que el psicólogo húngaro Mihaly Csikszentmihalyi, define como flujo, “ese estado en el que uno se siente completamente absorto en una actividad que proporciona placer y disfrute”.  Como un niño absorto en un juego.

Si llevas unos segundos pensando en ello y te cuesta identificar esa actividad o actividades, te doy una segunda pista: realizar un test vocacional como este.  Puede que no te ofrezca soluciones 100% concluyentes pero el mero hecho de reflexionar sobre tus talentos y pasiones te pondrá en marcha.  Además, te invito a hablarlo con otras personas que te conozcan bien, para contrastar tus hallazgos con ellos.

¿Y ahora qué?

A pesar de que he tenido que cambiar de rumbo profesional varias veces, en ocasiones forzado por la necesidad, no me oirás ensalzar el emprendimiento como un camino seguro hacia el éxito.  Sobre todo porque no creo en un concepto universal del éxito: cada uno tiene su propio camino.

No obstante, hay un reto de crecimiento que sí te recomiendo no dejar para mañana.

Y es contestar a la pregunta que Steve Jobs se hace en su célebre charla de Stanford: “si hoy fuese el último día de tu vida, ¿querrías estar haciendo lo que estás haciendo hoy?”.

Aquí tienes la charla al completo si quieres verla:

Es una última pregunta que no puedes dejar de hacerte.

Porque ninguno queremos hablar del tiempo que nos queda.  Y sin embargo, la muerte es inevitable. Y la urgencia de aprovechar nuestro tiempo en todo lo que hacemos, también lo es.

El dinero viene (o vendrá) después.  Saludos a todos.