Acción de marketing experiencial de T-Mobile.
Tu marca es tu valor principal en un mercado hiper-comoditizado
Seguro que todos conocéis la famosa pirámide de Maslow. La habréis visto cansinamente en los temarios si es que habéis estudiado Empresariales, Ciencias de la Información, Marketing o Publicidad. Y si vuestra profesión va por otros derroteros, al menos os la habréis encontrado hasta en algún anuncio de coche recientemente.
Abraham Maslow afirmaba que la satisfacción de las necesidades humanas es un proceso continuo que sigue una jerarquía muy concreta: al alcanzar la satisfacción de las necesidades más básicas , automáticamente elevamos nuestras expectativas hacia necesidades de orden superior. En las sociedades occidentales nuestras necesidades más básicas están fundamentalmente cubiertas. Todo, o casi todo, está inventado ya. Diferenciarse y/o innovar en términos de producto es, en nuestros días, prácticamente imposible.
Nuestras posibilidades reales de llegar al corazón de los clientes y activar su preferencia, no pasan por el énfasis en el producto sino por ofrecerles marcas nítidas y auténticas que les aporten verdadero valor. Una marca no es más que un conjunto de valores que anidan en la mente del consumidor como consecuencia del agregado de estímulos recibidos: Volvo es seguridad, IKEA es diseño práctico, Nivea es familiaridad y cuidado, Yoigo es oferta básica y precio…
Y tu marca es la experiencia de tus clientes
Es posible que también hayáis visto este vídeo en Youtube. Se trata de una acción de marketing experiencial recientemente implementada por el operador de telefonía alemán T-Mobile consistente en recrear en una plaza pública el videojuego de culto “Angry Birds”.
T-Mobile ya nos había sorprendido con iniciativas semejantes como su T-mobile dance (con casi 30 millones de reproducciones) o su karaoke masivo del Hey Jude de The Beatles en Trafalgar Square.
En todos estos casos los estímulos de marca que nos llegan (de tipo experiencial) permiten la participación activa de los asistentes, maximizando el recuerdo de marca e intensificando la relación con la misma (no olvidemos que estas acciones no son nunca interrupciones publicitarias sino contenidos de entretenimiento). Mientras la marca proyecta valores positivos (normalmente alejados de una gran operadora de telefonía) como son la sociabilidad, la diversión, la cooperación.
Muy destacable también el trabajo de T Mobile en la viralización de estos vídeos, para amplificar su cobertura hasta llegar a cientos de miles de internautas.