Analizamos la serie para Internet, Qué me pongo by Mango.
Irrelevancia
Harto de ver a Piqué petando las marquesinas de la ciudad como único reclamo de Mango, durante buena parte de este año llegué a pensar que los dueños de la marca realmente querían cargársela.
No porque no me guste Piqué, que además de un gran futbolista, me parece un tipo interesante que suele poner los puntos sobre las íes. Sino porque el peso de definir el territorio de una marca no puede corresponder exclusivamente al careto que su Director Creativo decide poner en una marquesina.
Es un mal endémico en el sector de la moda. En las escuelas de moda no se enseña Marketing. Aunque sus alumnos cursen asignaturas tituladas "marketing" realmente lo que se les muestra es cómo organizar un ágape de inuguración de una tienda, cómo conseguir publicity enviando cajitas con lazos rosa a las periodistas de moda, o cómo realizar una sesión fotográfica con una modelo… o un futbolista.
Nada de escuchar al consumidor, nada de situarlo como epicentro de tu modelo de negocio, nada de hacer que el diseñador se centre en satisfacer las expectativas del cliente. Sino todo lo contrario.
Así le luce el pelo a la industria, que ha cerrado el 20% de sus puntos de venta en los últimos cuatro años.
E innovación
Afortunadamente para Mango, veo que alguien en su departamento de Comunicación sabe ver más allá y parece haber captado que la marca no pertenece a ese Director Creativo y a su ombligo sino a sus fans. Fans a los que el careto de Piqué, repetido miles de veces, ya no aporta nada. Fans que ansían contenido útil, entretenimiento, y por qué no, una ayuda para comprar mejor.
Me encuentro en You Tube un banner que me dirige a los primeros capítulos de la serie Qué me pongo by Mango, un Branded Content en seis entregas de poco más de 10 minutos que nos cuenta la historia de una empresa de moda vista desde dentro. Aquí tenéis el link a uno de los capítulos:
La ejecución no me emociona mucho a primera vista: asoman los consabidos clichés de la empresa de estilismo neoyorkina, con sus guapitos/as, sus brotes de efervescencia sexual metidos a capón y una producción algo acartonada.
Cómo puede ayudar un Branded Content a una marca como Mango
Sin embargo aplaudo la estrategia: combinar un formato de entretenimiento con una amplia variedad de links de plinking (product linking) con los que podemos adquirir on line las prendas que visten los protagonistas.
Les auguro éxito siempre y cuando consigan lo que tan díficil es de conseguir con una serie on line: la suficiente cobertura como para alcanzar el elevado umbral de notoriedad que Mango requiere. Para que la marca se mueva, necesitan que cientos de miles de consumidores reciban el impacto positivo de esta nueva herramienta de comunicación, vean la serie, aunque solo sea unos minutos, y sobre todo, que hablen de ella a sus allegados para que se viralice.
Seguro que les ayudará si su tema musical de cabecera consigue ponerse de moda o si una de sus protagonistas comienza a aparecer a saco en las portadas de los kioscos. No son conjunciones astrales, son estrategias que las productoras de televisión siempre han utilizado. Y ahora que las marcas se van convirtiendo en productoras, tendrán que comenzar a jugar el mismo juego.
Notable, e inesperado cambio de dirección. Que aplaudo.