El «efecto Arguiñano» o cómo te cargas tu marca con tu publicidad.

¿Para qué sirve la publicidad?  ¿Qué debemos esperar de ella verdaderamente en los tiempos del diálogo digital, la saturación publicitaria, la diáspora y el escepticismo de las audiencias…?

Perdonad una pregunta aparentemente tan obvia.  Aparentemente.  Mi opinión es que el estruendo de este tsunami de cambio no ha evitado que nos durmamos.  Y en medio de este sopor,  hemos perdido la perspectiva de cuándo nuestro trabajo como comunicadores de marca puede resultar útil a una marca… o cuándo lo que le «vendemos» a esa marca equivale a hacerles tirar el dinero.