La obsesión por las tareas técnicas, el gran error del empresario novel

A menudo la razón principal de los cierres está dentro de la empresa.

Y tiene que ver con la incapacidad de gestionar el cambio, que no es un fenómeno puntual, sino el contexto permanente en el que habitan nuestras empresas.

El ego nos impide ver con claridad nuestras prioridades.  Y nos impide, cuando el contexto así lo demanda, renunciar al camino marcado (¡qué peligro tienen los planes de negocio cuando los seguimos como si fuesen las «tablas de la ley»!) para pivotar y adaptarnos.